Las vacaciones de verano van llegando a su final y toca volver a nuestra rutina diaria. Durante este periodo es más probable desatender nuestros hábitos de salud bucodental y descuidar el cuidado de nuestros dientes. Para no encontrarnos con problemas de salud a la vuelta de nuestras vacaciones es importante acudir a nuestro dentista para que realice una exploración de nuestra boca.
Durante el verano pasamos menos tiempo en casa y tener siempre a mano un cepillo de dientes no suele ser lo habitual. Es por ello que, tendemos a cepillar menos veces de las indicadas nuestros dientes y con ello, ayudamos a que los restos de comida permanezcan en nuestra boca. Además, la falta de tiempo durante nuestras vacaciones favorece el escaso cepillado.
El verano es sinónimo de helados y refrescos, o lo que es lo mismo, multitud de alimentos y bebidas azucaradas. Este consumo elevado de azúcar incrementa la probabilidad de tener caries o la aparición de otros problemas dentales que se acrecientan si no cepillamos adecuadamente nuestros dientes.
El sofocante calor del verano provoca una mayor deshidratación y, como consecuencia, una menor producción de saliva. Ésta, tiene un papel desinfectante en nuestra boca, por lo que es probable que durante esta estación del año se acumule mayor placa bacteriana en nuestros dientes y boca. Si no se detecta a tiempo, esto puede dar lugar a futuros problemas dentales como gingivitis o caries.
Lo recomendable es hacer unas dos visitas anuales al dentista para que realice una revisión de nuestros dientes, y el final de esta época del año es el periodo idóneo para acudir al mismo. Con una simple visita, el dentista podrá evaluar cuál es el estado de nuestros dientes, boca, lengua y encías y poner solución a tiempo a los problemas bucodentales que hayan aparecido.
Si deseas pedir cita, no dudes en visitar nuestra clínica dental en Arrasate, Guipuzkoa.