¿Qué es una endodoncia?
Una endodoncia es una técnica restauradora dental para extraer la pulpa que se encuentra en el interior del diente. Normalmente, nos referimos a la endodoncia como “matar un nervio del diente”. Se trata de un proceso sencillo realizado con anestesia local y que no provoca dolor.
La causa más común por la que se realizan endodoncias es la afección de una caries en las partes blandas del interior del diente. Si esta caries es muy profunda y ha destruido el esmalte y la dentina de la pieza dental, la infección llegará hasta las terminaciones nerviosas. A pesar de que este es uno de los motivos más frecuentes por los que se necesita una endodoncia, existen también otros como dientes fracturados u otras lesiones o golpes.
Síntomas de una endodoncia mal hecha
Por norma general, las endodoncias son tratamientos definitivos y efectivos. Sin embargo, es posible que en ocasiones la endodoncia no se haya realizado de forma correcta y provoque algún tipo de problema. Para identificar esas situaciones, algunos síntomas que pueden aparecer son:
- Dolor de la pieza dental después de haber realizado el proceso. Generalmente, la endodoncia no debería doler, por lo que si es una molestia intensa y constante es posible que se haya ejecutado incorrectamente.
- Sensibilidad, molestia o dolor al masticar.
- Inflamación de la encía en la zona en la que se ha realizado la endodoncia.
- Molestia al rozar o palpar la zona.
En caso de presentar alguno de estos síntomas, no dudes en contactar con un profesional.
Motivos de una endodoncia mal hecha
Entre las causas que pueden provocar una endodoncia mal hecha, destaca:
- No localizar un conducto y, por tanto, que no se pueda realizar la obstrucción, dejando presentes las bacterias sin eliminar.
- No realizar radiografías durante la endodoncia. Por lo general, se realizan 5 radiografías durante el proceso, no realizar alguna puede ser un error y conducir a una endodoncia mal hecha.
- Fallar en los cálculos de las longitudes de los conductos. Si la endodoncia es demasiado corta o larga, estará mal hecha y desembocará en problemas.
- La presencia de fractura o fisura en el diente puede provocar que la endodoncia no cumpla su objetivo, por lo que se deberá extraer el diente.
- No limpiar correctamente los conductos, provocando que no se elimine toda la infección y, por tanto, no se realice bien el tratamiento.
Cómo actuar ante una endodoncia mal hecha
Ante los síntomas mencionados con anterioridad, lo mejor siempre es acudir a un profesional para que evalúe el caso concreto. Hay ocasiones en las que, a pesar de haber realizado una endodoncia correcta, puede aparecer dolor por otros motivos. Generalmente, tras una endodoncia mal hecha es posible realizar una reendodoncia, es decir, volver a realizar el proceso.
Dependiendo del avance del problema y de cada situación concreta, otra opción es optar por extraer el diente afectado y colocar un implante dental.
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