¿Alguna vez te has levantado por la mañana con la mandíbula dolorida y con molestias en los dientes? Seguro que esta situación la hemos vivido más de una vez, pero hay personas que la sufren con más frecuencia. ¿Por qué ocurre esto? Es lo que se conoce como bruxismo o rechinar de dientes.

Se trata de un acto involuntario que, en la mayoría de las ocasiones, sucede por las noches, y donde la persona afectada aprieta los dientes con excesiva fuerza. Este hábito pertenece a los conocidos como trastornos de la articulación temporomandibular (ATM), pues no solamente afecta a los dientes, sino que las cervicales, la mandíbula y los músculos que intervienen en la masticación se ven afectados.

Cuál es su origen

Según los expertos, el bruxismo o rechinar de dientes puede darse con mayor frecuencia en pacientes que están expuestos a situaciones de estrés o ansiedad. También puede darse en personas que tienen alteraciones en el ciclo normal del sueño.

Consecuencias del rechinar de dientes

Los pacientes que sufren bruxismo suelen acudir a la clínica dental por sentir un dolor intenso en la mandíbula y en la articulación temporomandibular. Con cierta frecuencia, desconocen el hecho de que padecen bruxismo y acuden al dentista por fuertes dolores de cabeza, cervicales o de oído.

La consecuencia visible más evidente de este trastorno es el desgaste de los dientes. En los pacientes con los casos más severos, el nervio dental comienza a transparentarse, por lo que se hace necesario un tratamiento urgente que restaure las piezas. Este desgaste puede favorecer la aparición de enfermedades dentales como caries, sensibilidad a alimentos y bebidas frías o incluso maloclusión dental.

Qué hacer para frenar el bruxismo

El tratamiento que los expertos aconsejan para tratar el bruxismo es utilizar durante la noche férulas de descarga. Se trata de unas fundas transparentes que se colocan en los dientes y que sirven para amortiguar la presión que se ejerce en ellos y evitar así un desgaste de las piezas dentales. Esta férula impedirá la fractura de los dientes y con ella, mejorará el dolor de cabeza, mandibular y muscular que provoca el bruxismo.

 

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